La novela nos sitúa en la zona del Peñón de Gibraltar en los años 42-43 del siglo pasado durante la 2ª Guerra Mundial, cuando unos buceadores italianos de la Regia Marina lograron hundir o dañar gravemente hasta 14 barcos aliados. Se basa en hechos reales y da cuenta de una de las misiones: torpedos humanos (“maiale”) que salen de un buque anodino estacionado en uno de los muelles del puerto de Algeciras donde se esconde. Su objetivo, hacer explotar algunos de los barcos de guerra ingleses atracados en el puerto de Gibraltar. Elena Arbués, propietaria de una librería en La Línea, encuentra en la playa a uno de los buzos malparado después de una de las misiones y comienza una trama de amor, espionaje y guerra donde se mezclan en armonía la delicadeza, ingenuidad y ternura con el heroísmo, caballerosidad y reconocimiento. Donde no falta tampoco el lado oscuro del engaño, la crueldad y la persuasión forzada. Cuenta también el autor desde el presente cómo ha ido recogiendo datos de algunos de los protagonistas de la historia dando al relato un mayor realismo y verosimilitud. Una gran novela narrada con ritmo cinematográfico. Personajes bien dibujados, coherentes y potentes de carácter. Dosifica acertadamente y resuelve los conflictos entre lo personal y el deber; entre lealtades y riesgos. Lirismo, plasticidad y épica en una trama redonda muy lograda. Cuenta sin terminar de contarlo, sin contarlo todo. Engancha y se disfruta con su lectura. Si algo se puede apuntar como no tan acertado es la recurrencia a los clásicos griegos que, aunque no mucha, sí puede resultar incómoda para los muchos lectores que sin duda se ganará esta novela.
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