Hijos de la fábula

Hijos de la fábula

Tiempo de lectura:

de 5 a 6 horas

ISBN:

9788411072281

Nº de páginas:

320

Editorial:

Tusquets editores

Fecha publicación:

01/02/2023

Nuestra valoración:

4.8

La novela cuenta las peripecias de dos pobres diablos que, engañados por unas ideas peregrinas, quieren pertenecer a la banda terrorista ETA. Esto ocurre precisamente cuando la banda acaba de anunciar el cese de la “lucha armada”. Los dos protagonistas, absolutamente faltos de cobertura y llenos de ávidas pretensiones, se empeñan en seguir su “noble” misión de “gudaris”. En su quijotesco “desfacer entuertos” -uno único: el de la oprimida Euskal Herria- se constituyen en comando propio e independiente. Comienza así su itinerario de aprendizaje y consagración como terroristas. En esa azarosa búsqueda de medios, de contactos y de acciones se dan situaciones de lo más chuscas, momentos esperpénticos, y actuaciones incongruentes. En el barullo -ya avanzada la historia- entra también una joven mujer que les descoloca todavía más, extremando lo grotesco del intento. Terminan las peripecias con un consecuente e inesperado final.

Asier y Joseba, los dos actores de la trama, se nos ofrecen como los dos polos complementarios del juego cómico. Aunque abducidos por la excluyente ideología abertzale, no dejan de ser totalmente conscientes del ridículo por el que van pasando: “Tú tranquilo. Te callas lo ridículo. Cuentas lo demás” le dice Asier a Joseba. Y en otro momento: “las escenas ridículas te las saltas. Tú vas seleccionando los hechos”. No se engañan a pesar de la seriedad y trascendencia que otorgan a su misión.

Sin embargo, a pesar de los “nobles ideales” que colonizan su cerebro, son machistas, clasistas e ignorantes. Lo pasan muy mal, sobre todo con un asunto tan vasco como la comida. Y así se va tejiendo entre ellos un divertido contraste que, como guiño del autor, insinúa reminiscencias del gordo y el flaco. 

Cuando ya María Cristina entra en escena con su desenfado y determinación, se ven totalmente descolocados y, sin embargo, no ceden un paso en sus más firmes convicciones. Obcecadamente, las sienten reforzadas.

Desde el mismo título, la novela nos entrega una primera clave de lectura. Fábula dice ensoñación y quimera, de la que nuestros (porque el humor de alguna manera nos empatiza con ellos) muchachones son hijos, pero ya póstumos. Y, así, desde el mismo comienzo de la narración, se percibe su tono jocoso y fondo cómico que viene edificado sobre los cimientos de un fino e inteligente humor. Se acentúa el lado ridículo del intento, su lejanía de todo aspecto heroico, y se visibilizan agudizados todos los engañosos tópicos de tan extraña situación.

Las acciones resultan esperpénticas y absurdas… La vida de Brian. Los diálogos magistrales y muy entretenidos, pero totalmente dentro del género “para besugos”. Sin embargo, en el fondo, se está mostrando las graves y peligrosas contradicciones de la fábula. No falta en todo ello el trasfondo de una sutil y acertada crítica social.

Conclusión:

La novela es todo un atrevimiento. Hay que ser valiente para ofrecer tal asunto envuelto en tal género literario. Es verdad que su tratamiento es totalmente deslegitimizador y anti épico, y que continuamente juega con el relato para no llegar al exceso de la parodia. Pero ¿cómo se puede tomar a chacota algo tan tremendamente serio? Todo listo para la polémica, que no faltará.

Tremendamente divertida, se lee con gusto, se paladean los párrafos, pero ¿gustará a todos?

De «Hijos de la fábula» se ha dicho:

«Una historia irónica, divertidísima y demoledora, sobre todo demoledora.» Karina Sainz de Borgo, Abc

«Va a entusiasmar a sus lectores, les va a sorprender.» Carlos Alsina, Más de uno (Onda Cero)

«Una obra felizmente lograda en el registro de la comedia…Nadie estaba en mejores condiciones que Aramburu para hacerlo. Y lo ha hecho no sólo literariamente muy bien, sino conectando moralmente con la inolvidable PatriaDomingo Ródenas, Babelia (El País)

«¿Es posible acercarse a aquella pesadilla con sarcasmo? Sí. Aramburu se ha atrevido y lo ha conseguido… Hijos de la fábula se devora.» Manuel Llorente, La Lectura (El Mundo)

«Aramburu, otra vez valiente, hacer reír con humoradas escritas desde el serio respeto a una juventud vasca que ama.» J.M. Pozuelo Yvancos, Abc Cultural

«Me rindo ante Aramburu. Acaba de sacar una novela divertidísima. C on un dúo de personajes cómicos que son, a la vez, Don Quijote y Sancho, el Gordo y el Flaco y Vladímir y Estragón. El humor devuelve una imagen patética a quienes se ven como héroes.» Sergio del Molino, El País

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