«Los vencejos», ¿lo mejor de Fernando Aramburu?

Los vencejos. Fernando Aramburu

Tiempo de lectura:

Entre 18 y 20 horas

ISBN:

9788490669983

Nº de páginas:

704

Editorial:

TUSQUETS EDITORES

Fecha publicación:

25/08/2021

Nuestra valoración:

4.8

Toni, un cincuentón profesor de Instituto, tiene decidido poner fin a su vida en plazo fijo: dentro de 12 meses. Quiere llegar a ser libre como los vencejos que contempla y le acompañan como contrapunto en su ir y venir. Día a día va contando retazos de su vida, en una mezcla caótica entre el pasado remoto de su infancia, el inmediato de su primera adultez y el acotado presente. Va enlazando anécdotas una tras otra en saltos, sin continuidad, a modo de puzle que va revelando su contradictorio interior. Se explican unos tiempos con otros haciendo emerger los personajes que, desde otros momentos, desde todos los rincones de su memoria y en el ahora están configurando su circunstancia más humana. Todos ellos, como el mismo autor reconoce “un puto desastre”, antihéroes en estado puro que arrastran una vida sórdida en la que, sin embargo, no faltan destellos de humanidad. Amalia, su exmujer; su hijo Nikita; Patachula, su amigo; y Águeda entre otros no menos curiosos personajes que constituyen su núcleo más cercano, y van determinando al final, sin saberlo, todo su enrevesado mundo relacional.

No hay intriga, sólo una pregunta. Se trata de una aventura personal de liberación del miedo a la muerte por el camino del dominio y control de la misma: su cuándo y su cómo. Se siente “dueño y señor de mi último instante”. Desde esta perspectiva se plantea el sentido de la vida, el odio, el desencanto, la violencia, el suicidio, el erotismo, la política, … Toni está de vuelta de todo, sin interés por casi nada, aunque se manifiesta más escéptico que cínico. Una trayectoria de despojamiento en la que no falta su pizca de humor ante el poco valor de muchas cosas.

La primera parte no engancha, al principio no te agarra, puedes interrumpir e incluso abandonar sin ni siquiera averiguar el final. Resulta, a veces, repetitivo y largo. Sin embargo, la novela va evolucionando y ganando en profundidad y calidez cuando se intensifican las relaciones con su hijo Nikita y con su amigo Patachula, y aparece en su vida una antigua amistad, Águeda. Todos un desastre, pero llenos de una oscura empatía que, a veces, enriquece su existencia. Vidas que se manifiestan planas, corrientes y anodinas, pero que al final resultan “gente” entrañable.

¿Es esto lo mejor de Aramburu? A nuestro parecer es buena, pero después del éxito de Patria resulta difícil superar las expectativas creadas. Aun así recomendamos su lectura.

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