La vi en la estantería y me apeteció leerla de nuevo. Tenía un buen recuerdo de ella. Es novela negra: hay muertos, hay polis, hay sicarios, pero son elementos circunstanciales. No es la historia de un crimen, no hay asesinato que desentrañar. Es mas bien, su reverso: la historia de un vuelto a la vida que debería estar muerto. Un rostro fugaz que sorprende de inicio a los relajados protagonistas del relato.
Quirke, de vacaciones en San Sebastián, cree haber visto a April Latimer ejerciendo de doctora en un hospital. Ahí empieza la intriga, la oscura trama que discurre desde las tretas de identificación a la búsqueda de porqués y cómos. Un misterio escondido en el pasado – ¿se acuerdan de En busca de April (2011)? – y que puede trastocar la vida de no pocas personas.
Vuelven los personajes de la serie Quirke con todo su marcado y potente perfil. Vuelven esos cuidados escenarios, esas magnificas descripciones, siempre en la justa medida para acompañar armónicamente el desarrollo de la trama. La historia -Londres, Dublín y San Sebastián- se despliega con su creciente dosis de suspense, con su medida lentitud, y su estudiada demora, lo suficiente para tirar del lector y mantenerlo pegado al libro.
Conclusión
Un relato en el que se va desenredando toda una urdimbre de relaciones muy humanas y no exenta de su pizca de humor. En el fondo late un túrbido caso de poder y dominación que se va desvelando pausadamente. Sucesos paralelos que, en con sus giros, inesperados a veces, van confluyendo a un rápido y concluyente final. Novela complaciente y entretenida.
De «Quirke en San Sebastián» se ha dicho:
«Black es un maestro de la novela negra de altura, del noir literario en la tradición de Simenon y Chandler.» The Guardian.
«Si lo que ansía son misterios, y si las frases deslumbrantes le hacen sentir más renovado que dos semanas de vacaciones en la playa, entonces Quirke es su apuesta.» Chicago Tribune.
«El lector no encontrará un trepidante thriller, ni una intriga retorcida, simplemente la azarosa vida que golpea cuando menos te lo esperas. Y esto que parece tan fácil y que es tan complicado es lo que consigue Banville/Black. […] Una de sus entregas más siniestras y oscuras.» Miguel Ángel Oeste, El Cultural.
«John Banville es un escritor enorme y hay mucho de Banville en Black […]. Sus tramas no son un dechado de acción desenfrenada sino una experiencia literaria de estar leyendo algo que tiene que ver con una recreación artística pero también con la vida cuando pasa a través de ti. Y encima el tipo se lo está pasando en grande. Envidia. De la buena y de la mala.» Carlos Zanón, El País