Ensayo escrito en 2013 antes de la llegada de Francisco al papado, pero de plena actualidad y vigencia. El autor se pregunta por la enfermedad que arrastra la iglesia. Desde una perspectiva histórica, intenta descubrir sus síntomas para poder realizar un diagnóstico certero y determinar las terapias adecuadas para remontar la crisis actual.
Con una mirada puesta en los orígenes, de estas, las más incisivas, se centran en el asunto del celibato de los ministros, la efectiva situación de igualdad de las mujeres con la posibilidad de su acceso a todos los ministerios, la cuestión de los laicos, y una real y efectiva democratización siempre adecuada a su naturaleza.
Todo un tratamiento revolucionario; crítico con la resistencia de la Curia a cualquier tipo de cambio; de interesante lectura.